domingo, 19 de junio de 2011

RECITAL EN EL GRAN REX PIAZZOLLA X PIAZZOLLA
















Piazzolla plays Piazzolla. Recital de Escalandrum:
invitados Paquito D'Rivera (saxo)
y Dusana "Tana" Rinaldi (voz). Teatro Gran Rex

A pesar de la lluvia y del frío,
el concierto presentación de Escalandrum
reunió todos los elementos necesarios
para crear una noche prácticamente perfecta.
El grupo presentaba su disco Piazzolla
plays Piazzolla
, un tributo a través de
las obras del genial bandoneonista
interpretadas por este grupo de jazz con
más de una década de trayectoria,
liderado por su nieto, el baterista "Pipi" Piazzolla.
El grupo afrontaba el doble desafío
de llenar un teatro Gran Rex y conseguir
apropiarse de la singularidad sonora
de Piazzolla para llevarla a un lenguaje
de improvisación jazzera. Todo se dio
de la mejor manera para el grupo: la
intimidad y fervor que despertaron en
el público al final de cada tema, una
banda que estuvo inspirada en todas sus
líneas como si estuvieran jugando el
partido de sus vidas y el desembarco
del
ilustre Paquito D'Rivera
para
sumarse al tributo con un miniset de
cinco temas. El concierto traspuso el
mero ritual del homenaje a Piazzolla
para transformarse en una celebración
musical y legitimar ante mucho público
no jazzero la creatividad de esta banda.

La solvencia de los integrantes de
Escalandrum y la originalidad de los
arreglos, una compleja adaptación que
recayó en manos del

pianista Nicolás Guerschberg
,
llevaron la obra de Piazzolla por un
camino de autenticidad que pocas veces
se escuchó en los tributos que llegaron
tras su muerte. El aporte del grupo a
estas obras del bandoneonista fue trasladar
su propio toque urbano y esa personalidad
jazzera a piezas como "Lunfardo",
"Escualo" o "Vayamos al diablo" junto
a temas como "Oblivion", "Tanguedia",
"Años de soledad" y "Libertango", donde
destacaron las intervenciones solistas y
el toque latin jazz del
saxofonista Paquito D'Rivera.
Tampoco la "Tana" Rinaldi, otra de las
invitadas que cantó
"Siempre se vuelve a Buenos Aires", desentonó con la banda.
Cada uno de los integrantes de Escalandrum
tuvo su tiempo para lucirse en solos
que ofrecieron grandes momentos en
el concierto, como el piano de
Nicolás Guerschberg en "Adiós Nonino".
Pero el distintivo sonoro de Escalandrum
recayó, sobre todo, en la química de esa
increíble sección de vientos compuesta
por Damián Fogiel en saxo tenor,
Gustavo Musso en saxo soprano y alto,
y el creativo Martín Pantyer, que con su
saxo barítono y clarinete bajo logró
unos efectos y unas terminaciones en
los finales que robaron los elogios
del propio Paquito D'Rivera:
"¡Habría que prohibirle tocar
de esa manera, chico!"
Toda la banda junta traccionada
por Mariano Sívori en contrabajo
y el toque de "Pipi" Piazzolla en batería,
suena como la sinfonía de una ciudad
en movimiento: cambios de ritmo,
cadencias suaves de cool jazz,
sonidos ululantes de saxos como
sirenas en plan free y otros
yeites percusivos y disonantes.
El mayor error hasta la fecha,
incluso en el tango, fue haber
querido tocar o sonar como
Piazzolla. El sexteto que
comanda su nieto se corrió de
ese lugar para buscar una
huella propia, que puede sonar
a reinvención del jazz argentino.
Para La Nacion Gabriel Plaza

No hay comentarios:

Publicar un comentario